El cansancio invadió su alma
siempre llena de luz y vida,
se acercó hasta la gruta de su amada
y allí esperó por si volvía.
Pero la dama de cara plateada
había salido sin compañía,
y en lo más alto de una cascada
su cara bella resplandecía.
Tú que sueñas entre mis sábanas
querer compartir tu vida...
búscate otra hermosa dama
que te acompañe en tus claros días.
Noctámbula por naturaleza,
alma profunda aunque algo fría,
mi sino es la oscuridad, que ilumino...
con el reflejo de mi sombría.
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