MIS CINCO SENTIDOS

Anoche te vi, te olí, te sentí cerca como si estuvieras en mi cuarto, como si te tuviera dentro de mi.
El ambiente se tornó calmado pensando en ti.

La oscuridad me llevó a un lugar en el que los dos éramos mariposas revoloteando en un mundo de ilusión y fantasía.

Entre flores, con su aroma penetrando en cada poro de nuestra piel.

Te sentí a mi lado corpóreo, cogiéndome de la mano y acercándome a un mundo en el que todo era dicha, en el que no existía el tiempo, ni el dolor, tan sólo tu y yo.

Sintiendo la brisa del mar, nos dispusimos a jugar con sus olas, tu cuerpo bajo la luz de la luna me sedujo.

Tus besos entrelazándose con los míos, eclipsaban la belleza del mar en esa noche mágica y llena de nostalgia, que te recuerda en esos momentos en los que la sombra aparece para inundar mi soledad.

No te vayas quiero mirarte, observar tu rostro aunque sea por ultima vez, para recordarte en

las noches largas y tristes sabiendo que ya no estás conmigo.

Quiero tenerte siempre cuando piense en ti.

Llenar mis noches vacías y en vela con tus caricias, soñarte como te estoy soñando.

Pero no te alejes que mi corazón late por ti, por aquellos besos que nos dimos, por nuestros cuerpos fundidos en aquel lecho de amor que siempre recordaré.

Donde nuestros jugos se mezclaron con aromas de pasión que embriagaba toda mi alma de deseo.

No te alejes, tan sólo quédate un momento quiero recordar tus ojos por última vez.

Esos ojos que reflejaron el amor que sentían por mí.

Tus manos, esas manos que tocaron mi piel llegando hasta el último rincón de mi cuerpo, y que mis labios besaron.

Tu boca, que me hizo degustar el verdadero sabor del amor y la pasión.

Tu pecho, fuerte y suave, que me aprisionaba dulcemente mientras te sentía muy dentro de mi.

Sé que sólo eres un recuerdo, un bonito y tierno recuerdo, pero no te vayas del todo, necesito de tu luz para seguir mi camino cada día.

Saber que tú desde donde estés, aún piensas en mí.

Eso me hace sentir viva en cada paso que doy, en cada minuto vivido, junto a mí estás, y

para vivir...ese es mi único motivo.



Extraído del libro "Alma perdida"